Una Lady buena gente
Hoy vengo a construir un arquetipo, aunque, cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia. La crueldad de Lady Macbeth en la obra de Shakespeare es preciosa, admirable, tenebrosa y algo contagiosa. Es difícil que alguien logre expresar la maldad con tanta vehemencia, y Shakespeare agota completamente esa energía consumada por la maldad resuelta en ese personaje. Como antagónico, encontramos a Siddhartha. Con un semblante bienaventurado, un carácter nada ávido, digno sosiego y una búsqueda de pureza espiritual. Herman Hesse desarrolla a la altura este personaje, por supuesto, sin mojigatería. Hoy por hoy pululan militantes de Siddhartha, con perfiles que expresan magnanimidad y altruismo, todas las personas hablan de paz, esperanza, tranquilidad y, sin duda, anulación de la violencia. Estas fervientes militantes de los caminos bienaventurados son frágiles; basta esperar a que se enfrenten a escenarios donde deban coordinar sus perfiles con sus acciones, fallan. ...